Es posible utilizar las drogas sin que el sujeto se convierta necesariamente en drogodependiente. Sin embargo, conviene tener presente que hay drogas en las que su simple consumo puede implicar un riesgo para la salud: el uso en situaciones de riesgo (conducción, embarazo, trabajo, etc), el uso de material infectado, la pureza de la droga, la predisposición física y/o psicológica hacia ciertas enfermedades, los adulterantes...