Sí. Las drogas pueden producir alteraciones en el plano psicológico que pueden ser muy variables: cambios en el estado de ánimo, entorpecimiento de las funciones relacionadas con el aprendizaje, la memoria, la concentración, aparición de ideas paranoides, alucinaciones, delirios, crisis de ansiedad, estados de ánimo muy cambiantes, reacciones de pánico, apatía, agresividad, o incluso trastornos psicóticos. Todas estas alteraciones dependerán de la sustancia, el uso que se realice de ellas y las características individuales del consumidor, incluyendo su predisposición biológica.