La vía de administración influye en el tiempo que tarda el consumidor en sentir el efecto de dicha sustancia, en su intensidad y en la mayor o menor afectación del organismo, pero no influye en el resultado final sobre la posibilidad de generar dependencia. Por ejemplo, la heroína genera dependencia tanto fumada como inyectada, si bien por vía intravenosa aumenta la posibilidad de transmisión de enfermedades infecciosas si no se toman las precauciones adecuadas (desinfectar el material, no compartirlo y eliminar de forma segura el instrumental).